En la España que se desconfina está surgiendo una amenaza: la de los rebrotes. Este aumento de los contagios se produce debido a algunos excesos y conductas muy irresponsables. Un ejemplo es la investigación que se ha puesto en marcha para averiguar qué pasó exactamente en una fiesta familiar celebrada el pasado lunes en una finca cordobesa. La reunión acabó con más de una veintena de personas confinadas y un positivo, un supuesto miembro de la familia real belga que habría entrado en España con pasaporte diplomático y sin controles.
El diplomático belga viajó el pasado 24 de mayo hasta Madrid desde su país en avión. Después, se trasladó hasta Córdoba en AVE. El posible uso del pasaporte diplomático, según han informado fuentes oficiales a 'Cuatro al Día', podría justificar esa libertad de movimientos entre países y comunidades. La Policía Nacional se está haciendo cargo de la investigación.
Otro caso se ha producido en Canarias, el archipiélago que ha sido la avanzadilla del desconfinamiento mira con inquietud el caso del pasajero infectado que voló de Madrid a Lanzarote después de asistir al entierro de su madre en Ciudad Real. Ahora se enfrenta a una multa de hasta 600.000 euros y a un posible delito de lesiones si otros viajeros del mismo vuelo acaban infectados. A otro pasajero con 38 de fiebre se le hacia hoy el test para conocer si se ha infectado.