Kirill Tereshin era conocido en las redes sociales como el Popeye ruso tras haberse inyectado una peligrosa mezcla casera de aceites en los brazos para aumentar el tamaño de los músculos, algo de lo que se arrepentirá el resto de su vida.
Las consecuencias de haberse inyectado tal mezcla en la zona de los bíceps es que los médicos le han advertido del riesgo que corre de parálisis y la amputación de ambos brazos.
A pesar de las advertencias de los sanitarios, el joven de 21 años asegura que seguirá inyectándose más mezcla porque quiere ver sus brazos más grandes, según afirma en Daily Mail.