Los investigadores han salido a la calle en varias ciudades españolas para protestar por su situación laboral. Denuncian que la nueva Ley de Ciencia, en lugar de protegerles, genera más precariedad. Juan Ángel está en la manifestación de Madrid y explica por qué los investigadores están tan enfadados: “Esperábamos que, con la reforma, el Ministerio abordara medidas que ayudaran a solventar estos problemas, pero lo que se propone las empeora”.
Una de las quejas de este colectivo es que la media a la que alcanzan la estabilidad laboral son los 46 años. Los investigadores piden que el gasto en I+D+i sea del 2% del PIB como mínimo: actualmente esta cifra está en 1,25%, es decir, que España está a la cola de Europa. En la última década la ciencia ha sufrido un recorte del 25%, lo que supone que en momentos claves como el actual, los investigadores no tengan los suficientes recursos a su disposición.
Joaquín Prat no entiende cómo se ha llegado a esta situación: “Nos preguntamos por qué no cuidamos a nuestros científicos, por qué no se invierte en ciencia”, dice.