El periodista Alfonso Egea fue quien, en el programa anterior, el encargado de la dar la noticia sobre la falsa agresión homófoba de Madrid que, ahora sabemos, nunca existió. Presuntamente, una banda de ocho encapuchados había agredido a un joven en plena tarde en el barrio de Malasaña de Madrid, cuando le metieron a la fuerza en su portal y le grabaron la palabra "maricón" en uno de sus glúteos con un objeto punzante. Sin embargo, desde el principio, la policía tuvo muchas dudas sobre esta versión.
Pocos días después, cuando la agresión ya había sido condenada por casi todas las esferas sociales, la policía confirama que el propio joven había confesado que se lo inventó "todo" y que la palabra que tenía grabada en el glúteo se la habían hecho en el ámbito privado y de forma voluntaria. Hoy, también ha sido Egea el que ha comunicado el preciso dato que hizo dudar a los agentes de seguridad:
"Todo se destapó porque el joven dijo que una vecina de Malasaña había presenciado la agresión y había llamado la atención de los encapuchados. Los agentes saben muy bien que los testigos reaccionan de dos formas: o llamando a la policía o ignorando la agresión", ha explicado Egea. La abogada Verónica Herrero también ha explicado por qué este joven, a pesar de haberse inventado el incidente, no debería ser acusado de denucia falsa: "Para eso, tendría que haber acusado a una persona en concreto".