Algunos de los síntomas en la cavidad oral relacionados con la intolerancia al gluten son los problemas en el esmalte, como la decoloración dental con manchas blancas, amarillas o marrones y dientes que se rompen fácilmente o con apariencia translúcida.
Estas afecciones suelen ser simétricas y aparecen en incisivos y molares.
Otros síntomas están relacionados con defectos estructurales, a causa de la mala absorción del calcio, o un retraso en la salida de los dientes definitivos. También pueden aparecer aftas o llagas abiertas e inflamaciones de la mucosa bucal.
Curull ha afirmado que "se ha demostrado que una de las formas más efectivas y precoces para detectar la enfermedad celíaca es a través de la salud bucodental, por lo que se recomienda acudir de forma periódica a un especialista".
La celiaquía puede originar afecciones digestivas y orales, aunque no en todos los casos. El control de la salud bucodental, especialmente en los niños, es un método efectivo para detectar la enfermedad celíaca, y por ello se recomienda visitar al dentista de forma periódica y mantener unos hábitos de higiene adecuados para reducir los posibles daños en los dientes.