El director de la plataforma de Oncología del Hospital Quirónsalud de Torrevieja, en Alicante, el doctor Antonio Brugarolas, explica que los tratamientos de inmunoterapia, realizados en los últimos cuatro o cinco años, han resultado ser muy efectivos en tumores de diferentes órganos, como los de pulmón e hígado.
Los inhibidores de 'checkpoint', fármacos utilizados en la inmunoterapia, generan una reacción del sistema inmunológico contra los tumores, que añade que el cometido de los inhibidores es permitir el ataque de los linfocitos contra los tumores, una reacción que en casos de cáncer no se produce de forma natural porque el tumor lo impide.
La principal ventaja de estos fármacos es que permiten obtener "respuestas muy interesantes" en distintos tipos de cáncer con menos efectos secundarios que en el caso de otros tratamientos, como la quimioterapia, según Brugarolas. Estos fármacos se administran por vía intravenosa a lo largo de sesiones repetidas en dos o tres semanas, y no generan efectos como la caída del pelo, la aparición de llagas o la bajada de leucocitos, sin reducir por ello su efectividad.
Además, según el oncólogo, aproximadamente un 20 % es la respuesta cuando se utilizan estos fármacos inhibidores y destaca que alrededor del 25% de los pacientes que responden a inmunoterapia tiene larga evolución, y en los que la inmunoterapia aumenta la tasa de respuesta son enfermos de cáncer de larga duración, que siguen teniendo resultados años después de haber entrado en remisión.
Brugarolas añade que la inmunoterapia no es, de momento, la "solución definitiva" contra el cáncer, ni se ha demostrado que pueda curar si se administra de forma aislada, pero destaca que sí aumenta la eficacia de la quimioterapia y mejora la calidad de vida de los pacientes. "Tenemos el convencimiento de que estos nuevos medicamentos abren una de las múltiples puertas de este complejo edificio que es la inmunidad, y lo cierto es que, aunque existen otras, hemos entrado por una puerta muy buena", subraya.
Para que abrir esa "puerta" sea verdaderamente efectivo, es imprescindible que los diferentes departamentos deben trabajen con un paciente de forma simultánea y permanente, colaborando entre sí. Este enfoque, que el especialista ha llevado a la práctica durante casi dos décadas, es especialmente importante cuando se administra inmunoterapia, puesto que en esos casos se hace imprescindible la coordinación entre oncólogos, inmunólogos, patólogos y el laboratorio.
Además, destaca Brugarolas, la inmunoterapia hace más necesario que nunca el enfoque de oncología personalizada en el que el tratamiento se adapta a las particularidades de cada paciente. "Cada caso es diferente", asegura el doctor, que explica que por ello se tienen que realizar análisis para comprobar las células cancerígenas y "se monitoriza su reacción a los fármacos para predecir cómo va a responder".