Fue una Guardia Civil de 23 años, experta en identificación facial, la que cazó al terrorista Josu Ternera el jueves a las puertas de un hospital en los Alpes franceses.
Lo cuenta hoy el diario El Mundo, donde se detalla que la joven se hizo pasar por una paciente que llevaba unas muletas con cámara. Se sabía que el etarra, huido desde hacía 17 años, tenía una cita médica en algún centro sanitario de la región. Nada más verlo exclamó un rotundo: "Es él". Arrojó las muletas, buscó la pistola para asegurarse y con la otra agarró del brazo al veterano dirigente de ETA.