Ahora que muchos están pensando en si podrán moverse o no en Semana Santa para disfrutar de sus vacaciones nos hemos rencontrado con el concepto de frontera. Las autonomías limitarán el paso de los que vienen de otras, también están los municipios o barrios confinados en los que existe una restricción del paso. Quizá todas esas fronteras les parezcan extrañas. Sin embargo, hay muchas más sorprendentes, algunas de las cuales están en España.
Una de ellas es la isla de los Faisanes entre España y Francia, un islote en medio del río Bidasoa, en Irún, que cada 6 meses cambia de soberanía. El capitán de fragata y comandante Naval San Sebastián Isidoro Junguito, nos comenta que en esta isla se firmó el 7 de noviembre de 1659 el Tratado de los Pirineos, en la que fijaba a los Pirineos como frontera entre España y Francia. La isla se quedó como territorio neutral. Pero fue desde 1901 cuando se implantó ese intercambio de soberanía cada seis meses.
Una frontera, la de España y Francia que, curiosamente, se está perfilando hoy sobre los mapas, como nos explica el topógrafo José Manuel Pérez del Instituto Geográfico Nacional.
Las fronteras se crearon para asegurarse los recursos que están dentro, como señala Raúl Martín, miembro de la Sociedad Geográfica Española y profesor de geografía de la Universidad Autónoma de Madrid. Sin embargo, “en algunas culturas, fuera de la mentalidad europea, no existía ese concepto de límites territoriales. Por ejemplo, ni en los pobladores del polo norte, los inuit, ni tampoco en los de las grandes llanuras de Mongolia”.
Sin embargo, en libros como 'Atlas de fronteras insólitas' o 'Atlas de países que no existen' (Ed. Geoplaneta) nos encontramos casos muy curiosos. Uno de ellos son los enclaves. Se trata de un trozo de un país rodeado por otro. Existen por por todo el mundo, Alemania o Italia tienen pueblos dentro de Suiza, Austria tiene uno dentro de Alemania e incluso España posee territorio pasado los Pirineos rodeado de Francia, LLivia.
Otra frontera que nos compete pero la que no hacemos caso durante décadas de desidia y olvido es la del Sahara Occidental. Aunque la mayoría de los españoles lo ignora, la ONU considera a día de hoy a España la administradora de la zona. Es lo que se conoce como República Saharaui Democrática. En un principio, en nuestra ex provincia (título que recibió en 1958) se decidió en 1974 celebrar un referéndum de autodeterminación en 1975. Sin embargo, España se retiró en 1975 sin efectuarlo y Marruecos se anexionó el Sahara Occidental sin que España hiciera absolutamente nada entonces y durante las décadas posteriores. Desde entonces Marruecos ha ocupado casi todo el territorio y ha alentado a marroquíes a establecerse allí expulsando a sus primeros habitantes, algunos de los cuales aún conservan el DNI español pero que, sin embargo, viven en campos de refugiados de Argelia.