El cuerpo de la mujer, Paula Martín, de 32 años, se encontraba sobre la cama de uno de los dormitorios, junto a los de las niñas, de 2 y 5 años. Las tres murieron abrazadas y no presentaban signos externos de violencia, por lo que todo hace pensar que fallecieron envenenadas o por asfixia.
El cuerpo del hombre, Israel Rodríguez, de 45 años, se encontraba en otra habitación. Se había ahorcado con una cuerda. Era piloto de helicóptero del Ejército de Tierra y había dejado una carta manuscrita, con intenciones suicidas en la que aludía a sus problemas económicos y familiares.
Los cuatro acudieron ayer a una fiesta familiar. Nadie podía imaginarse lo que ha ocurrido horas más tarde. No había denuncias por violencia de género. Los cadáveres ya han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense, donde les practicarán la autopsia para determinar las circunstancias de estos fallecimientos.