Desde que acabase el verano, la llegada de migrantes desde la costa atlántica africana huyendo de la miseria ha sido mucho mayor en Canarias que en el Mediterráneo. El destino de unos 18 000 ha sido las islas y la imagen del muelle de Arguineguín ya han dado la vuelta al mundo. Las soluciones a corto plazo son, de momento, acondicionar campamentos, sobre todo, en terrenos del Ejército.
Precisamente, uno de ellos ya está operativo y eso reduce la presión. Estos últimos días se ha visto un trasiego de personas, trasladadas a ese nuevo campamento, al que han movilizado hasta a 1500. También 400 personas están ya en Las Palmas de Gran Canaria, en Barranco Seco. Además, en las últimas horas 890 inmigrantes esperan a ser trasladados. Unos 5 500 están en un total de 17 complejos hoteleros desde septiembre.
Desde la Federación De Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas piden que se ponga fin a esta situación. Informan de que sus contratos finalizan el 31 de diciembre y, para entonces, esperan que los complejos hoteleros sirvan para “reactivar la economía”.
Pero, según los datos del Gobierno, que contabiliza en unos 18 000 los llegados a las islas, las cuentas no salen ya que en Arguineguín quedan menos de 1000 y no se ha informado ni de traslados a la Península ni de deportaciones. Por tanto, ¿dónde están? Todo apunta a que han salido por los aeropuertos canarios gracias a la ayuda de sus familiares. Y, ¿por qué unos van a campamentos y hoteles?
La idea es que en Barranco Seco pasen las primeras 72 horas, donde se les realizarán los trámites policiales y las PCR. Después, pasarán a otros alojamientos: hoteles hasta el 31 diciembre y después empezarán a funcionar las 7000 plazas anunciadas por el Gobierno, carpas militares en instalaciones de Fuerteventura, Tenerife y Gran Canaria, donde reubicarán a los migrantes, hasta que puedan ser repatriados.