Nicolás Gutiérrez Palma es codirector, junto con la presidenta de la Asociación de Dislexia de Jaén, Inmaculada Bautista Moral, del curso 'La dislexia en nuestras aulas. Detección precoz, adaptaciones e intervenciones', que se ha iniciado este lunes y está organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en el campus Antonio Machado de Baeza (Jaén).
El seminario, como ha explicado, persigue abordar distintas perspectivas y opciones de intervención para controlar la dislexia con la ayuda de las nuevas tecnologías.
No obstante, se ha mostrado optimista porque "cada vez se están implantando protocolos de detección y existen unidades específicas de atención a los estudiantes con estas dificultades".
Como añadido, ha propuesto algunas recomendaciones al profesorado: pedir a los mismos que este tipo de estudiantes tenga un poco más de tiempo en los exámenes o que puedan usar ordenadores como apoyo.
Para el presidente de la Asociación Andaluza de Dislexia (Asandis) y de la Federación Española de Asociaciones de Dislexia (Fedis), Jesús Gonzalo Ocampos, la dislexia es un trastorno que tiene su origen en la neurobiología, es decir, el funcionamiento cerebral de determinadas zonas del cerebro. Por tanto, es un problema crónico y no temporal, según ha aclarado.
En ese sentido, aboga por actuar de inmediato y valora las iniciativas que se están llevando a cabo, encaminadas a prestar apoyos a los niños con este problema.
Asimismo, ha mencionado un documento reciente de principios de verano elaborado por la Consejería de Educación en colaboración con otras entidades, un protocolo que recoge la intervención en las aulas y la implicación de las familias en el sistema escolar, así como la responsabilidad que le otorga a directores y profesores del centro.