Ayer los vecinos dijeron basta. Su intención era no moverse de aquí hasta que los okupas abandonasen la vivienda. "Hay que hacer lo posible para echar a los okupas y que mi compañero se quede con su piso, que es suyo", comenta un amigo de Paquito, el hijo de Francisco. Lanzaron huevos y entraron en el edificio para denunciar la situación de este padre y su hijo, que desde hace dos años viven en un coche.
"Ahí vivíamos en el coche, no tenemos nada", relataba Francisco. Su vivienda estaba okupada desde hace cuatro años. "Estamos muy enfadados porque la ley no defiende a los propietarios", señalaba una vecina. Llegaron los Mossos para poner paz pero finalmente, los vecinos consiguieron su objetivo. A pesar de eso, Francisco y su hijo podrán volver a dormir en su propia casa.