El acto de celebración del 42 aniversario de la Constitución española ha estado marcado por la pandemia de coronavirus, que ha dejado una imgen insólita en la puerta del Congreso de los Diputados. La presidenta del Congreso, la socialista Mertixell Batet, ha subrayado que la Constución de 1978 no ser "bandera" de ningún partido pues la Carta Magna ampara proyectos "opuestos" entre sí, y ha querido dejar claro que todas las formaciones tienen "plena legitimidad" para participar en la actividad política y que no se debe "considerar enemigo" a los adversarios. En la misma línea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha emplazado al resto de fuerzas políticas a cumplir "todos los artículos" porque "salva vidas". Desde el principal partido de la oposición, su líder, Pablo Casado, ha respaldado las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha acusado a algunos miembros del Gobierno de querer "derrocar" la Carta Magna.
En su discurso del aniversario de la Carta Magna, Batet ha vuelto a apelar al diálogo de las fuerzas políticas y ha subrayado que la democracia y la Constitución "exigen aceptar al otro"; por eso ha advertido de las "consecuencias nefastas de considerar al adversario político un enemigo" y de "negarle legitimidad" o asumir "un enfrentamiento constante e incondicional".
Ha recalcado que la búsqueda de consensos para dar respuesta a los problemas de la ciudadanía es la tarea de la política. "Una tarea opuesta al enfrentamiento generalizado entre opciones irreconciliables, a la descalificación del oponente, a la permanente negativa a hallar puntos de coincidencia".
Ha añadido que los partidos "no existen sólo como instrumentos de la lucha electoral", sino que son también "herramientas de la actuación institucional para favorecer el diálogo plural y el acuerdo".
En esta línea, Batet ha recordado los trabajos de la comisión de reconstrucción y ha pedido voluntad política para que dichos acuerdos fructifiquen.
También la presidenta del Congreso ha recordado a que en España hace ya mucho tiempo que se conocen "las consecuencias nefastas de considerar al adversario político un enemigo, de negarle legitimidad, de asumir un enfrentamiento constante e incondicional".
"El objeto del debate político democrático no es eliminar al contrario, sino integrarlo y transformar sus posiciones", ha dicho Batet, que ha expresado su deseo de algún día todos como sociedad seamos capaces de celebrar juntos que "en el patrimonio común de todos los ciudadanos se encuentra la victoria de la democracia sobre el terror".
Ha puesto Batet como ejemplo el acuerdo en el seno de la Unión Europea para impulsar un plan de reconstrucción frente a la pandemia, situación que cree un "acicate para buscar acuerdos igualmente difíciles y satisfactorios entre nuestras fuerzas parlamentarias y entre las distintas entidades territoriales de nuestro país".
Y al final de su discurso, antes de reconocer el trabajo de sanitarios y recordar a las víctimas de la pandemia, ha citado a Ortega y Gasset para señalar que "España necesita de todas las colaboraciones, las mayores y las ínfimas, porque necesita -queráis o no- hacer las cosas bien, y para eso todos somos pocos".
En la misma línea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,--que ha tenido que realizar dos veces su declaración debido a un problema en el equipo de megafonía del Congreso -- ha emplazado "a todos los actores políticos, a todos, que celebremos el día de la Constitución, que cumplamos todos los días del año, del primero al último, todos los artículos de una Constitución que salva vidas gracias al estado de alarma y que gracias a los presupuestos elevan al máximo nivel su alma social".
"Hoy celebramos 42 años de democracia, convivencia y concordia, de derechos y libertades y todo eso se lo debemos a la Constitución, el mayor logro de nuestra historia colectiva", ha enfatizado el presidente del Gobierno.
Por su parte, Casado ha llamado a la unión de los "liberales, los socialdemócratas, los conservadores, los democratacristianos" y de todos aquellos que quieren "seguir viviendo juntos" para demostrar que "la Constitución española no es un problema", sino "la solución".
El líder conservador ha respaldado las palabras de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha acusado a miembros del Gobierno de querer "derrocar" la Constitución. Según Casado, así lo ha dicho el propio Ejecutivo, por ejemplo el ministro de Consumo, Alberto Garzón, al apelar a la república, y miembros de Podemos que quieren dar el paso a otro sistema.
El presidente del PP también se ha dirigido a las víctimas del terrorismo "que ven con estupefacción que los herederos de Batasuna son claves en la gobernabilidad" y a los catalanes por el rol que juegan los independentistas. Y ha defendido que la Constitución es "un ejemplo de que todos cabemos en ella".
"La construimos los moderados y quedaron fuera los radicales; los mismos que hoy denigran estos acontecimientos y celebraciones son los que pidieron el voto en contra de la Carta Magna hace 42 años", ha afirmado ante los periodistas en el Congreso.
Casado ha llamado a preservar el sistema de 1978 con "la monarquía a la cabeza" y ha defendido "un espacio de moderación" donde los "distintos" se pongan de acuerdo "para hacer algo juntos y no en contra de nadie".