Esta criatura ha recibido ese nombre en honor de Brian Greene, el famoso teórico de cuerdas y profesor de la Universidad de Columbia (Nueva York, Estados Unidos), quien fundó ese evento en 2008, informa 'The Independent'.
La araña, que solo se encuentra en la costa este de Australia y vive en corrientes de agua dulce alrededor de Brisbane, mide aproximadamente como la palma de una mano y localiza a sus presas gracias a que detecta las vibraciones y ondas pequeñas que se producen en el agua cuando se mueve por su superficie. Además, atrapa y sumerge a los insectos que se cruzan en su camino antes de dirigirse a tierra firme para comérselos.
Junto con su método único de caza, 'Dolomedes briangreenei' tiene otras propiedades inusuales. Así, las cerdas de esta especie son hidrófobas y el aire que acumulan le permite nadar y respirar bajo el agua.
Afortunadamente, 'Dolomedes briangreenei' no representa ningún peligro para los seres humanos. Por el contrario, el 'atractivo' que tienen para estas arañas los sapos gigantes puede ayudar a los australianos a recuperar el ecosistema del país.
El sapo de caña, llevado a Australia hace 80 años para controlar plagas, se ha extendido por todo el país y ha causado un enorme daño a su ecosistema. Hasta la fecha, no existen medios eficaces de combatir a este anfibio, por lo cual su enemigo 'natural' podría suponer una solución al problema.