Según ha informado el Ministerio del Interior, en una segunda fase de la operación, se ha detenido a la segunda lugarteniente de la organización, encargada de la transferencia de los fondos.
De este modo, la Policía ha localizado 1.600 datos personales de ciudadanos de todo el mundo, de los que 262 son víctimas en diferentes puntos de España. La organización fletó tres camiones con contenedores desde la localidad madrileña de Fuenlabrada hasta Nigeria con 26.000 euros en productos tecnológicos adquiridos con el fraude.
Las investigaciones se iniciaron en octubre de 2013 a raíz de cuatro denuncias interpuestas en la Comisaría Provincial de Toledo, en las que se daba cuenta de diversos cargos fraudulentos en tarjetas de crédito que oscilaban entre los 90 y 180 euros.
Así, los estafadores realizaban cargos en los denominados 'monederos virtuales' de la página web de Loterías y Apuestas del Estado. El dinero era desviado a otras cuentas bancarias creadas por ellos y finalmente retirado en efectivo en cajeros automáticos.
En la primera fase se detuvo a tres personas, entre ellas el cabecilla de la trama, y se practicaron tres registros domiciliarios en las localidades toledanas de Illescas y Torrijos, donde se intervino gran material informático y documentación relacionada con las estafas.
Además, los agentes averiguaron que la organización había sustraído datos personales junto a contraseñas secretas de servidores de vídeo juegos online de más de 1.600 ciudadanos de todo el mundo. Después de varias pesquisas se logró localizar a 262 perjudicados en territorio nacional.
La trama cometió más de 1.200 cargos fraudulentos en las tarjetas bancarias por un importe total de 107.205 euros. Entre las 262 víctimas españolas la cantidad defraudada asciende a 23.810 euros. Además, se han registrado dos macrodenuncias de dos importantes medios de pago por un importe total de 47.785 euros, en las que cientos de clientes fueron afectados. El beneficio total que la organización habría obtenido con el fraude sería de 1.800.000 euros.
En la operación, se han intervenido 34 Documentos Nacionales de Identidad, 68 permisos de residencia y 42 pasaportes, todos ellos falsificados, los cuales permitían a los distintos miembros de la organización utilizar infinidad de identidades falsas en España y otros países. Además de 62 troyanos bancarios, 38 contraseñas sustraídas de redes Wi-Fi privadas, 1.766 numeraciones secretas de tarjetas bancarias, casi 43.000 direcciones de correo electrónico y cuatro programas de seguridad informática.
Según la Policía, los miembros de la red tenían altos conocimientos informáticos de los que se valían para rastrear a través de la red y utilizar de forma fraudulenta dos redes Wi-Fi de particulares, así como tenían conocimientos relacionados con la electrónica y camuflaban una segunda tarjeta, dentro de otra más grande, para ocultar varios documentos comprometidos.