Científicos de la Universidad de Queensland (UQ) han descubierto cuatro nuevas especies de tiburones tropicales, vistos en las aguas del norte de Australia y Nueva Guinea, en un estudio que ha durado un total de 12 años.
El descubrimiento más importante ha sido la capacidad de estos animales para usar sus aletas para caminar sobre el fondo marino en aguas muy poco profundas. Aunque estos animales no representan una amenaza para las personas, sí que pueden aprovechar su capacidad para caminar sobre sus aletas para obtener una ventaja frente a sus presas de crustáceos y moluscos.
La doctora Christine Dudgeon, autora principal del trabajo, ha asegurado que se trataría de una evolución después de que una especia se alejase de su población original: "Los datos sugieren que las nuevas especies evolucionaron después de que los tiburones se alejaron de su población original, se aislaron genéticamente en nuevas áreas y se convirtieron en nuevas especies."