Desánimo en Zaldibar: buscan a los dos desaparecidos y está en cuestión la vigilancia del vertedero
"Al paso que vamos, nos intoxican a todos", señala una vecina
En el vertedero de Zaldibar en Vizcaya cunde el desánimo y la preocupación. Desánimo porque no se ha podido encontrar aun a los dos operarios enterrados desde el jueves al venirse abajo una montaña de escombros que también sepultó la autopista A-8. Y preocupación por las informaciones que apuntan a vertidos ilegales de productos químicos y potencialmente tóxicos, y no solo amianto. Un peligro, que también se puede oler junto a ese vertedero.
Los vecinos del vertedero se han levantado este domingo con un olor muy fuerte en el aire, a químico. "Desde el portal. Al salir a la calle me viene el olor a quemado. Al paso que vamos, nos intoxican a todos", comentan dos vecinas.
Dicen los ecologistas que es de este humo, del fuego que arde desde hace dos días en la parte alta de la escombrera. No hay manera de apagarlo porque -aseguran- está alimentado por un peligroso -y prohibido- insecticida: el lindano. Aunque la consejería de Medio Ambiente lo niega. Lo que sí reconoce es otro dato preocupante: en los últimos tres años, en esta escombrera se han depositado - atención - más 9 mil toneladas de amianto.
"No hay ni control ni nada. El que venía echaba y arreando. Eso tenía que haber cerrado desde hace tiempo. Ahí ha entrado todo lo que ha querido. Nadie ha dicho nada y han hecho lo que han querido", señalan otros dos vecinos. Eso sí, ahora el gobierno vasco anuncia multas. Mal y tarde dicen los vecinos. "¿Quién ha dado permiso para que entre toda esa porquería?", señala otro lugareño.
Seguir buscando a Alberto y Joaquín
La buena noticia es que sobre las 14 horas, las excavadoras han vuelto a ponerse en marcha para seguir buscando a Alberto y a Joaquín, los dos trabajadores desaparecidos tras el derrumbe del jueves. Las lluvias han abierto nuevas grietas en un terreno muy inestable, e incluso se teme que arrastren algún tóxico hasta el río cercano. Y ese es el problema que denuncian ellos: los vecinos, la falta de información.
Y como no han aparecido ni el consejero de Medio Ambiente ni el lendakari Urkullu, pues ellos han improvisado este domingo una reunión. Por eso se preguntan: si ya el verano pasado se detectaron tantos fallos y riesgos ¿por qué no se clausuró el vertedero?