El abogado de la defensa de Ana Julia Quezada cambia su escrito final y aboga por un delito de homicidio doloso que contempla una pena de entre 10 y 15 años. La defensa, además, apunta a la atenuante de confesión o confesión tardía del crimen de Gabriel Cruz, así como a la atenuante de arrebato, obcecación u otro estado pasional de entidad semejante.
El letrado Esteban Hernández Thiel ha entregado en su escrito definitivo al resto de partes una vez que se ha practicado toda la prueba, que ha finalizado con la reproducción de una carta remitida por la acusada al padre de Gabriel Cruz el 17 de abril de 2018.
La defensa de la acusada explica que concurren dos circunstancias atenuantes en la actuación de Ana Julia Quezada que rebajarían la pena impuesta argumentando que cuando la procesada mató a Gabriel Cruz lo hizo bajo un "estado pasional que disminuía su capacidad de comprender y de controlar las consecuencias de sus actos, sin llegar a anularla".
En el escrito se lee que la acusada le tapó la boca al niño "para que no profiriera más insultos, apretándola con intención de que se callara" y que, después, se produjo un "intenso forcejeo, llegando a la pared Ana Julia, presa de la ira y sin medir las consecuencias de su acción".
"Continuó tapándole la boca y nariz, presionándole contra la pared, a pesar de la resistencia del menor, hasta percatarse de que Gabriel había dejado de respirar", añade.
La defensa señala que, al "darse cuenta de ello", fue "presa del pánico" y "quedó bloqueada e incapaz de asumir lo ocurrido", tras lo que ocultó el cuerpo del niño en la finca de Rodalquilar (Níjar, Almería).