Danièle Nouy, supervisora de los bancos europeos: "El Popular hizo demasiado poco y demasiado tarde"
Es usted la supervisora de más de cien bancos europeos. ¿Se siente una mujer poderosa en un mundo financiero dominado por los hombres?
Hay mucho trabajo después de la crisis así que siento que estamos muy ocupados. Además no creo que sea un mundo de hombres totalmente. Hay una cuantas buenas supervisoras, de hecho.
Podríamos decir que el equipo de rescate está dirigido por mujeres
La supervisión trata de que los bancos sean más sólidos y seguros, no es la encargada de rescatarlos. Podríamos decir que el control de los bancos es también un trabajo para mujeres y creo que las mujeres lo están haciendo razonablemente bien en este apartado.
¿Hay que ser muy serio para poder ser un buen supervisor?
No tengo muy claro qué es lo que significa ser serio. Creo que lo que tenemos que ser es muy curiosos. Tenemos que entender realmente en profundidad qué es lo que están haciendo los bancos y no aceptar respuestas superficiales o respuestas que suenan muy técnicas pero que no terminas de comprender.
Supervisó al Banco Popular durante casi tres años, ¿no vio venir lo que pasó?
Claro que lo vimos venir. Este banco tenía un elevado porcentaje de créditos fallidos. No es la única entidad en esta situación, de hecho. Pero el Popular tenía este problema y eso era un lastre para su rentabilidad y para su solvencia porque tenía que realizar elevadas provisiones. Vimos cómo los auditores cuestionaban el balance del banco, los incrementos de capital que realizó... Pero en resumen: fue demasiado poco y demasiado tarde.
Digamos que es usted una especie de médico de los bancos, ¿el Popular podría ser el paciente enfermo al que no pudieron ayudar?
No es una mala comparación pero a veces los doctores llegan demasiado tarde o el paciente está muy enfermo para poder salvarle. Hay situaciones como esta; si los banqueros toman malas decisiones entonces sufrirán las consecuencias de esas decisiones.
La supervisión hará todo lo necesario pero si los banqueros toman decisiones equivocadas entonces ¿ya no funciona mucho?
Hay límites a lo que podemos hacer. Antes de la crisis los poderes y la capacidad del supervisor para impedir que un banco hiciera cosas estúpidas no eran muy grandes, no eran suficientemente potentes. Ahora contamos con una regulación más estricta y tenemos una supervisión más reforzada. Estamos mejor equipados para prevenir otra crisis pero si un banco se resiste a todos los esfuerzos del supervisor para que mejore su situación, entonces el banco puede caer.
¿Tuvo que convencer al Santander para que comprara Popular?
No, nosotros no hacemos eso. No controlamos al banco o lo que este decide que debería comprar. Nuestro papel cuando dos entidades quieren fusionarse es dar la autorización final. Este caso fue un poco especial porque la autorización inicial la dio el Mecanismo Único de Resolución (MUR), no nosotros. Fuimos consultados porque tenemos el mismo interés: todos queremos una solución sostenible.
Dice que ahora los bancos están en mejores condiciones…
Los bancos en media están mejor. El capital de más calidad (CET1) ha pasado del 11,3% en 2014 al 14,2% a finales de 2017. Pero esto es una media. Tenemos todo tipo de situaciones.
Y los bancos españoles, ¿cómo están?
España ha completado una reestructuración profunda. Creo que se han hecho muchas cosas. Estamos, a grandes rasgos, a salvo.
Si entrara en una sala con todos los banqueros españoles, ¿lo haría con una sonrisa o con un rostro serio?
Siempre entro en las reuniones con una sonrisa incluso cuando estoy pidiendo cosas horribles y muy duras de hacer.
En su último informe anual prácticamente no se mencionan las malas prácticas en la banca, como la venta de productos inadecuados, ¿ya no es un problema?
Los encargados de la protección del consumidor son las autoridades nacionales. A nosotros lo que nos preocupa son las conductas de riesgo. No nos gustan porque son una muestra de mala gobernanza, pobre cultura de riesgo, falta de ética, que no es nada buena en los bancos y que fue mayormente la responsable de la crisis anterior. Consideramos que las entidades con estos factores tienen más riesgo y entonces la supervisión que ejerceremos también será más dura.
Si alguien le dice que tiene uno de los trabajos más aburridos del mundo, ¿qué le diría?
Que no aceptaría tener un trabajo así porque soy muy impaciente. El mundo está cambiando todo el rato. Tengo 68 años y sigo aprendiendo cosas nuevas cada día después de décadas supervisando entidades. No es para nada aburrido mi trabajo. De hecho podría serlo un poquito para poder descansar de vez en cuando.
¿Es usted feminista?
Por supuesto, ¿cómo podría no serlo?
¿Le gustaría ver más mujeres dirigiendo bancos?
Creo que la diversidad es un activo y la diversidad de género es una de ellas pero no la única. En el Banco Central Europeo también tratamos de tener diversidad geográfica, por ejemplo. Por supuesto que las mujeres pueden presidir bancos, no veo por qué no.
Pero ¿no es más difícil para ellas llegar a ese nivel de responsabilidad en el sector financiero?
A lo mejor, pero no estoy muy segura. Creo que hay muchas oportunidades y que veremos más y más mujeres liderando bancos. En el banco Santander tenéis un buen ejemplo.
Sí, pero Ana Botín es la única
Bueno, es un comienzo.