Incendios más frecuentes, sequías e inundaciones cada vez más frecuentes son algunos de los efectos del cambio climático que son cada vez más evidentes. Y ante esto los científicos insisten: se acaba el tiempo para evitar que la temperatura media mundial supere los 2 grados a final de siglo respecto a los niveles preindustriales. O los gobiernos se toman en serio la reducción de emisiones de CO2 o las consecuencias serán catastróficas.
Por eso esta Cumbre es clave para empezar a trabajar en planes concretos a la hora de aplicar los Acuerdos de París firmados en 2015. Si en París se negoció, ahora hay que fijar las reglas y los plazos para facilitar las acciones de reducción de emisiones y adaptación. Y se empezaría a aplicar de inmediato, en 2020.
Los científicos ya han advertido que aunque se cumplieran los Acuerdos de París para finales de siglo la temperatura superaría los 3 grados. Por lo que en la cumbre de Madrid deberían mejorar esos objetivos.
Casi 200 países participan en esta vigésimo quinta conferencia de las partes. Entre ellos China, Estados Unidos e India, los 3 más contaminantes del mundo. El presidente Trump, instalado en el negacionismo, no aparecerá por aquí y ya anunció que en 2020 sacaría a Estados Unidos de los Acuerdos de París. El éxito de la cumbre vendrá en parte condicionado por la predisposición de China a la hora de comprometerse.
También esta prevista la presencia de Greta Thunberg, icono de la lucha contra el cambio climático y otros representantes de movimientos sociales y ecologistas.
La primera semana de la cumbre será de negociación y debates, con un carácter más técnico. Posteriormente llegarán los 40 jefes de estado y presidentes de todos los continentes para firmar los acuerdos. De lo ambiciosos que sean depende que esta cumbre no quede solo en buenos deseos.