Según un informe de Nature Climate Change, la circulación de retorno meridional del Atlántico (AMOC) colapsará de forma inminente. Esta corriente transporta masas de agua cálida al norte del Atlántico y es la que favorece que en Europa el clima sea más templado y las temperaturas invernales más suaves.
Hace algunos años los científicos ya detectaron que esta corriente se estaba ralentizando debido al deshielo en Groenlandia, y se esperaba que se debilitase aún más especialmente a finales de siglo. Pero ese colapso o paralización de la AMOC se va a adelantar a las próximas décadas, según este último estudio.
Los impactos los iremos notando en los próximos años. Europa tendrá un clima más frío, habrá ciclogénesis explosivas y fuertes nevadas más frecuentes pero también más sequías. El impacto global también será notable, con menos hielo en el Antártico y un descenso de los monzones en los trópicos, lo que ocasionará intensas sequías en el Sahel africano o que se sequen las selvas del Amazonas.