Sergio, como muchas personas del entorno de Mimi, la chica asesinada en Meco, Madrid, el pasado enero, estaba en el punto de mira de los investigadores pero él se quedó sin coartada: dijo que estuvo jugando a la consola y era falso.
La policía detuvo el miércoles al exnovio de la compañera de piso de Mimi en casa de sus padres, en Azuqueca de Henares, Guadalajara, donde se refugió tras el crimen.
Además de su coartada fallida -dijo que estuvo jugando a la consola pero la Guardia Civil comprobó que aunque estuvo conectado no registró actividad de juego- los agentes hallaron posibles restos biológicos en las uñas de Mimi y en la escena del crimen. También encontraron una camiseta con manchas de sangre en una gasolinera cercana al lugar del asesinato.
Sergio de 29 años habría matado a Mimi cuando ella paseaba varios perros por un camino aislado en Meco. Tras el crimen rompió con Celia, su novia y compañera de piso de su víctima, y se fue a su pueblo, a casa de sus padres.