ELIGE BIEN EL EJERCICIO

No todas las personas valen para el mismo deporte. Puedes desear mucho realizar una determinada actividad, pero tu condición física, tú tiempo libre y el dinero determinarán si vas a poder practicarlo o no.

Otro factor importante para elegir qué tipo de ejercicio hacer es el de la forma del cuerpo. Es decir, si eres alto y delgado, lo mejor es hacer deportes que aumenten tu masa muscular. Por otro lado si eres de estatura baja y de cuerpo menudo, lo mejor son los deportes de fuerza y equilibro. Y si tu cuerpo es atlético, lo mejor es combinar ejercicios que aumenten tu masa muscular y tu capacidad pulmonar, según recoge la ‘BBC’.

LLEVA UNA DIETA SANA

El ejercicio, el peso y la dieta están en el mismo saco. Por tanto, una alimentación sana es clave para perder peso y para rendir mejor a la hora de hacer deporte. Lo mejor es evitar las grasas saturadas, comer muchas verduras y frutas, pero sobre todo que sea balanceada, de nada sirve privarse de alimentos como el pan. No está de mal consultar a un nutricionistas para que adecue tu dieta al tipo de deporte que hagas, ya que cada ejercicio requiere distintos tipos de nutrientes.

USA LA ROPA CORRECTA

No puedes usar una misma prenda para todos los deportes. Por ejemplo, si vas a practicar natación, no es nada recomendable usar bikini, ya que es incómodo al descolocarse todo el raro. Tampoco es aconsejable usar pantalones que sean anchos para montar en bicicleta, ya que probablemente se acabe enganchando en la rueda. También es aconsejable prestar atención a los materiales de los que están hechas las prendas, ya que unos ejercicios necesitan más traspiración que otros.

APRENDE A RESPIRAR

Aunque pueda parecer algo muy obvio, hay muchas personas que practican deporte sin saber respirar adecuadamente para no cansarse. De hecho, es más importante centrarse en aprender esto que en obsesionarse con recorrer grandes distancias o practicar un ejercicio muy intensa.

DUERME LAS HORAS NECESARIAS

Este consejo sea el que probablemente guste más. Se aconseja sobre todo cambiar las rutinas, principalmente para dormir el mínimo de horas necesarias – en torno a ocho-. Por ejemplo es recomendable dejar de usar aparatos electrónicos 90 minutos antes de acostarse, incluyendo la televisión y el móvil. También puede ayudar a conciliar el sueño una ducha o una taza de leche caliente.

MOTÍVATE

La motivación quizás sea la parte fundamental para no rendirse cuando haces ejercicio. Por ejemplo, puede ser de ayudar tener una aplicación que mida tu rendimiento y con la que puedas ver tus progresos.