Competir, la esencia del videojuego
Juegos como 'League of Legends' pueden parecer un 'sin sentido' para un recién llegado. Decenas de personajes moviéndose, atacándose entre sí. Como el ajedrez, este juego conocido también por sus siglas 'LOL', tiene una compleja estrategia. Más de 100 millones de personas juegan al mes a este título en el que unos miles compiten profesionalmente. No es difícil entender las reglas; lo complicado, más bien, es seguir el devenir de una partida de cinco jugadores contra cinco, amén de numerosos personajes controlados por el software repartidos por la pantalla.
La pesadilla de cualquier realizador de retransmisiones deportivas y aun así las competiciones televisadas tienen gran seguimiento. Eso lo sabe bien ESL, plataforma líder del mundo de eSports. Según Manuel Moreno, director general de ESL en España, "las audiencias pueden llegar a 40 ó 60 millones de espectadores en un fin de semana". En ocasiones en los eSports o deportes electrónicos se puede llegar a ganar hasta tres millones de euros al año. Sus equipaciones se venden al mismo precio, o más, que las de un equipo de fútbol.
El Comité Olímpico Internacional acaba de reconocerla como "actividad deportiva", paso previo a ser considerada deporte e, incluso, poder optar a incluirse en los Juegos Olímpicos en un futuro. Las grandes cifras de negocio no se ven en España y no todos son tan optimistas. El cofundador de Gamelab Laboratory, Gonzo Suárez, asegura que los eSports "son un elemento que se sabe que funciona pero no se sabe cómo. No es un modelo de negocio perfectamente hilado donde sabes quién paga y quién cobra".
La competición es la pura esencia del videojuego tanto en sus títulos como en su faceta empresarial. Una industria diversa capaz de albergar proyectos multimillonarios y, a la vez, de encontrar verdaderas joyas en productos muy modestos. Jean Guesdon, el director creativo de uno de esos megaproyectos, el recientemente lanzado ‘Assassin`s Creed Origins’ asegura que, "las grandes producciones de videojuegos necesitan dinero, no se pueden hacer con un presupuesto pequeño pero, lo bueno de la evolución de los videojuegos es que las herramientas para hacerlos son cada vez más accesibles para la gente."
Un ejemplo es Nintendo. La compañía japonesa no tiene ni de lejos tanto presupuesto como Playstation o Xbox pero este año les ha dado una colleja a sus competidoras gracias a buenas y arriesgadas ideas. Manuel Curdi, de Nintento España, afirma que no pueden competir en potencia con grandes empresas de hardware con 200.000 empleados y por eso en Nintendo tienen que jugar a otra cosa. Y ese "jugar a otra cosa" ha sido el lanzamiento una consola portátil y de sobremesa al mismo tiempo (Nintendo Switch ha sido el mejor de la historia en España) y sacar dos juegos de tanta calidad como Super Mario Odyssey y Zelda: Breath of the Wild que compiten por ser el mejor título del año.
Que el dinero no lo es todo se palpa este fin de semana en la Madrid Gaming Experience. Allí ha acudido Wildbit Studios, al que le han bastado apenas doce personas para intentar revolucionar la creación artística con un pincel de realidad virtual. Es lo que propone ‘CoodPaintr VR’, que ha llamado la atención de Playstation y que se encargará de su lanzamiento. Competir, con uno mismo o con los demás, con presupuesto o ideas, sigue siendo el motor de esta industria.