Avalancha de voluntarios para la comida de Navidad. 1.400 personas que están solos, que duermen en la calle, o refugiados. La asociación de San Egidio se vuelca para que este día sea especial. Como ocurrió ayer en el Museo del Prado. El Padre Ángel y el prestigioso cocinero Martín Berasategui dieron comida caliente a los más necesitados e hicieron posible el sueño de muchos. No pasar solos estas fechas. Y los voluntarios no se lo pensaron un segundo, estaban donde querían estar. Como en esta residencia de Orense. Ofrece a los que no tienen con quien pasar estos días un lugar para compartir.