Orgullosos y mostrándoselo al mundo con todos sus colores, edades y decisiones. Arrancamos en el corazón de este movimiento de liberación, hace justo 50 años. Por eso, entre las carrozas hay un muro arcoiris para recordar ese nacimiento. Con una pedida de mano incluida pero que, de repente, se ha visto truncada con una estampida provocada por decenas de asistentes que huían de un hombre con una pistola y que, afortunadamente, no ha usado.
"Somos muy afortunados de poder celebrarlo" explicaba una asistente mientras otro ha querido recordar que su presidente, Trump, no es muy amigo del colectivo y por eso toca hacer oír sus voces. Este mismo mensaje se ha repetido por media Europa. Los italianos le han cantado a la ultra derecha del primer ministro Salvini. En otras capitales como en la de Croacia, los antidisturbios tienen que proteger las marchas.