Europa blinda su frontera exterior para evitar la propagación del coronavirus en la zona Schengen. La Comisión Europea limita los movimientos durante 30 días aunque el periodo se podría alargar. España es uno de los estados miembros que ha cerrado fronteras sin esperar a Bruselas.
A pesar de las restricciones de los estados miembros, sí podrán viajar hasta Europa y por el continente los familiares de ciudadanos europeos, diplomáticos, médicos e investigadores que trabajan para contener la crisis del COVID-19.
Se abrirán los llamados "carriles verdes” o vías rápidas para dar prioridad a transportes esenciales de suministros médicos, productos perecederos y servicios de emergencia. Es España permanecen cerradas las fronteras terrestres, salvo Gibraltar y Andorra.
Francia también restringe el movimiento de sus ciudadanos y cierra sus fronteras, al menos durante 15 días. Angela Merkel, la canciller alemana, también anuncia medidas que supondrán prácticamente la paralización de la mayor economía europea. Cierran todos los comercios, parques y locales de ocio como bares, clubes, discotecas.
También los ministros de Finanzas europeos, reunidos por videoconferencia hablan de estado de emergencia y buscan "respuesta a las consecuencias económicas de este virus". Prometen hacer lo que sea necesario, aunque no han acordado, de momento, medidas adicionales a las aprobadas en cada país y a nivel comunitario.