Los chiringuitos, bares y restaurantes del paseo marítimo de Barcelona están llenos, al igual que las playas. Solo un día después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, apelase a la responsabilidad de los ciudadanos en Barcelona para evitar que el Gobierno tenga que tomar medidas "más drásticas" que las que se están tomando las comunidades autónomas en las zonas con brotes de COVID-19.
Illa avisó de que si la transmisión del virus se descontrola y afecte a varias comunidades autónomas, el Gobierno podría poner en marcha medidas a nivel nacional. "No estamos en este escenario, los brotes están siendo controlados con las herramientas de las que disponen las comunidades autónomas, pero no descartamos nada", recalcó.
El Govern optó por la voluntariedad y recomendó a unos 4 millones de personas que no saliesen de casa, excepto para ir a trabajar y hacer las compras imprescindibles. Pero la imagen de las playas y los chiringuitos llenos deja ver que no todos lo han hecho.
Además, el viernes las conselleras de Presidencia, Meritxell Budó, y de Salud, Alba Vergés, y el de Interior, Miquel Buch anunciaron medidas de contención en el marco del Procicat que pretende restringir movimientos y vida social a la mitad de los catalanes.
En concreto, las medidas propuestas afectan a unos 4 millones de personas en los municipios de la primera corona metropolitana de Barcelona: la capital catalana, Viladecans, El Prat de Llobregat, Sant Joan Despí, Sant Boi de Llobregat, Cornellà, Sant Just Desvern, Esplugues de Llobregat, L'Hospitalet, Montcada i Reixac, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Badalona, tras haberse triplicado los casos de COVID-19 en Barcelona y su área metropolitana y de las comarcas leridanas del Segrià y la Noguera.
La recomendación pasa por salir solo para trabajar; ir a centros de salud; cuidar de personas mayores, niños, discapacitados y dependientes; para comprar productos básicos; para comprar en establecimientos con cita previa; acudir a entidades financieras, realizar acciones judiciales o notariales, exámenes y mudanzas; practicar deporte con el núcleo de convivencia habitual; ir a huertos familiares de autoconsumo; y por causas de fuerza mayor. Museos, gimnasios están cerrados y se han limitado las reuniones familiares a 10 personas.