Francisco Braima lleva 4 años viviendo en Lepe. Su casa, un puñado de plásticos y palés de la que ahora solo quedan cenizas. El pasado 14 de octubre sus hogares ardieron en llamas. Es ya la cuarta vez solo en este año que se registra un incendio en este mismo asentamiento chabolista. El estadio de fútbol de Lepe es desde entonces el refugio para más de 80 migrantes. No podemos acceder a su interior pero ellos mismos nos mandan imágenes de su situación. No solo se han quedado sin su casa, sino que tampoco les permiten volver a construirla. Este fin de semana hay partido de fútbol pero ellos no están invitados. Por eso, exigen al Ayuntamiento que tome medidas ante su situación para que la calle no sea su próxima parada.