Este hombre de 42 años, que vive en el sur de Brasil, debe mantener su mano dañada metida en la bolsa de tejido blando durante seis semanas, informa The Mirror.
El médico ortopédico y traumatólogo, Boris Brandao, que realizó la operación, ha explicado que "el señor Mariotti sufrió una lesión que le dejó con muy poca piel en la palma y el dorso de su mano, dejando al descubierto los huesos y los tendones. Era una enorme y delicada herida y el único lugar donde podíamos acomodar la mano entera era en el abdomen. Sin este procedimiento, había un alto riesgo de infección y el tejido y los tendones se pudrirían”.
Añade que “para mantener la mano herida viva, abrimos el abdomen, quitamos la piel y la pusimos en la cavidad para protegerla. La mano del paciente debe estar en el ‘bolsillo’ 42 días para garantizar que se desarrolle nuevo tejido y el material de tendón, que es capaz de recibir un injerto de piel”.
Mariotti, que se recupera en el hospital de Santa Otília, explica que se siente un hombre muy afortunado. “Me emociono cuando pienso en el accidente, pero solo cuando los médicos me dijeron que podía perder la mano me di cuenta de la gravedad de la situación. Cuando me desperté de la operación, no sabía si aún estaba allí. No me lo podía creer cuando me dijeron que habían puesto mi mano dentro de mí”, asegura.
Mariotti estaba operando una máquina que fabrica bobinas en la fábrica Zettapack Plastic, cerca de donde vive, cuando su mano fue arrastrada por el pesado equipo. El hombre estaba solo en la fábrica y explica que sintió un “dolor indescriptible”. Perdió dos dedos de la mano derecha pero se siente agradecido porque al menos puede coger un tenedor, coger el volante y vestirse sin ayuda. Y añade: “Es una sensación realmente extraña tratar de mover los dedos dentro de mi cuerpo y espeluznante ver a mi barriga sobresalir ligeramente cuando muevo la mano".