A paletadas durante más de dos horas estuvieron los empleados de Renfe y agentes de Protección Civil de despejar la vía para que el tren pudiera continuar su trayecto, pero terminaron rindiéndose a la evidencia. Los pasajeros permanecieron en el interior del convoy y se les facilitaron bolsas y comida para soportar las bajas temperaturas.
Finalmente, la compañía ferroviaria, decidió que el viaje fuera interrumpido y que el tren regresara a la estación de Canfranc antes las condiciones de la vía.
Los 58 pasajeros fueron evacuados y tuvieron, con un retraso de más de tres horas, tomar un autobús para llegar a su destino.