Ni la dieta cetogénica, ni la alcalina, ni la baja en calorías sirven para evitar el cáncer. Es la advertencias que han lanzado las sociedades científicas de Nutrición Parenteral y Enteral (SENPE) y la de Oncología Radioterápica (SEOR) durante el II Congreso Nacional de Nutrición en Oncología. Los médicos y los nutricionistas han observado cada vez más en sus consultas un aumento de pacientes que acuden a estas dietas que carecen de "fundamentos".
Hay que destacar que, según los datos aportados en diferentes estudios y con cifras internacionales en la mano, alrededor del 50% de los pacientes que padecen un tumor recurre a 'dietas' alternativas, que son todas aquellas que se salen de una supervisión por parte de la Medicina convencional y que "carecen de evidencia científica consolidada".
Ante esta situación, el vicepresidente de SEOR, el doctor Jorge Contreras, apuesta por desmitificar las dietas "sin fundamento ni supervisión médica" a las que recurren numerosos pacientes para evitar el cáncer o una vez que lo padecen.
Para luchar contra esta corriente, ambas sociedades médicas se han propuesto elaborar una guía de práctica clínica con el objetivo de que los profesionales que tratan a estos pacientes realicen una asistencia "homogénea", y así poder evaluar de forma más precisa los resultados.