En el ámbito de la medicina, se están desarrollando y probando soluciones a base de fagos para reemplazar antibióticos a los que el ser humano está desarrollando una resistencia cada vez mayor.
Por otra parte, alimentar animales vivos con fagos puede guiar y controlar la flora intestinal. Así se evitarán enfermedades en los animales y se reducirá o eliminará el uso de los antibióticos.
En el caso de los alimentos, este microorganismo permite a los procesadores de alimentos eliminar la salmonela y la listeria a la vez que se conservan las bacterias beneficiosas para la salud humana, sin afectar el sabor, el color, la textura o el aroma de las carnes, los quesos o las verduras, tal y como recoge 'Phage Guard'.