Bilbao estaba en alerta por la llegada de los ultras rusos, pero también los radicales del Athletic iban equipados con todo tipo de material violento como puñales o puños americanos. Los problemas empezaron cuando las dos aficiones, los grupos radicales de las dos aficiones-,se encontraron en las cercanías del estadio. Una verdadera batalla campal que nada tiene que ver con el deporte del fútbol