El ayuntamiento de Mirambell cedió su espacio para que la Asociación de Empresarios celebrar un acto dentro de sus instalaciones y la convención comenzó de una forma que ha generado una gran polémica. Con el dinero que reciben como subvención (es decir, público) los comerciantes organizaron su evento y contrataron a una mujer (pero son remuneración económica), deportista, que hizo un baile de pole dance con un top y una braga de encaje negros.
La asociación asegura que Claudia, la mujer que protagonizó la exhibición de pole dance, "no cobró ni un euro" pues se ofreció voluntariamente como autónoma ha hacer una demostración del deporte pre-olímpico que imparte en su academia. Sin embargo, el hecho de que fuera el pistoletazo de salida de la reunión, que se celebraba en la sala de plenos, y la escasa ropa que llevaba la protagonista, han generado serias dudas sobre si es un ejemplo de denigración de la mujer.
Los empresarios han asegurado que, para ellos, no es ningún espectáculo "repugnante", sino un "deporte pre-olímpico" y hasta "puro arte", por lo que su intención no era "sexualizar a la mujer". Sin embargo, Compromís insiste que el ayuntamiento -que asegura que no tenía conocimiento de lo que iba a ocurrir en ele evento- no era el lugar adecuado para su celebración, más cuando Mirambell pertenece a una red de pueblos que lucha contra la violencia de género.