Hace diez años en Villacañas no sabían lo que era el paro. La decena de sus fábricas de puertas abastecía al 70 por ciento del mercado en España. Pero ante la primera señal de crisis, el engranaje se paró. Una a una fueron cerrando todas las empresas y la bonanza que habían vivido durante años desapareció de golpe. Martinsa era una de las grandes. Llegó a tener hasta su propio equipo ciclista. Hoy de su época de esplendor no queda nada. Su fábrica se ha convertido en un solar arrasado, lleno de escombros y facturas que ya nadie se quiso llevar. Su visita todavía impresiona a las personas que la conocieron con una plantilla de 500 personas.
Durante años, conforme se iban marchando las puertas una a una, los vecinos de este pueblo toledano trataron de pensar en una salida. Con la necesidad surgieron las ideas, ¿por qué no volver a cultivar azafrán? La propuesta surgió de un joven economista del pueblo, Manuel Huete, hijo, hermano y primo de trabajadores de la industria de las puertas. "Lo bueno que tiene el azafrán es que es muy intensivo en mano de obra y por lo tanto, genera muchos puestos de trabajo" explica. El proyecto de azafrán agrupa a unas sesenta personas, de las que la mitad están en el paro. A través de una plataforma de micromecenazgo (crowfunding) han conseguido recaudar los primeros 35.000 euros que necesitaban para empezar a plantar sus primeros bulbos este mismo verano. Con media hectárea se creará un puesto fijo y veinte temporales. Una comisión analizará cómo asignar el trabajo en función de las necesidades de cada uno. "Creo que eso será lo más difícil", comenta Maxi, "pero si no me toca a mí, le tocará a un compañero e iremos rotando." Es un primer paso que esperan multiplicar en tres años "porque el azafrán se reproduce y podremos plantar todavía más", explica Ana que no sabía nada del mundo del azafrán hasta que se quedó en paro e hizo un curso de formación.
La idea ha contagiado de entusiasmo a todo el pueblo. Empresas y particulares han cedido terrenos gratuitamente a la asociación. El proyecto ha recibido incluso el apoyo de algunos de los mejores cocineros del país. "Si hubiera otros como este para otros productos al país le iría muy bien", comenta el chef Pedro Subijana. Y es que el azafrán de la Mancha está considerado como uno de los mejores del mundo. El correo mercantil de España y sus Indias del año 1795 ya hablaba de azafrán de Villacañas. Ahora sus vecinos intentar dejar atrás las puertas y volver a la tierra para ganarse la vida.