Si Pierre D. Larancuent planeó su crimen ya no lo sabremos. Lo que sí sabemos es que escribió una novela, con su compañero de celda en Suecia, en la que el protagonista mataba a sus víctimas de la misma forma en la que él al parecer asesinó primero a Alberto, el peluquero, y después a Blas Gámez, el policía que investigaba su muerte.