La carrera de un todopoderoso en Estados Unidos se puede dar por acabada. Plácido Domingo renuncia dirección de la ópera de Los Ángeles. Probablemente nunca vuelva a cantar en el país, tras varias acusaciones de acoso sexual. En Europa, le ovacionan aunque hay quien por si acaso, se aleja.
El dedo acusador del #MeToo se vuelve también, estos días, de nuevo, contra James Franco. Dos exalumnas de su escuela le denuncian por acoso. En las clases, denuncian, debían simular actos sexuales que eran abusos. Robert de Niro, también está bajo sospecha desde hace unas horas. Una exempleada le demanda por acoso sexual y laboral.
Hace ya dos años que ellas alzaron la voz. El #MeToo deja 6 condenas por abuso o agresión aunque en algunos casos como el de Bill Cosby, los cargos se habían presentado hace más tiempo. No solo hay hombres, la actriz Allison Mack se ha declarado culpable de reclutar esclavas sexuales para una secta. Podrían caerle hasta 20 años de cárcel. Harvey Weinstein, el primer acusado, se enfrenta a una posible cadena perpetua, cuando sea juzgado en enero.