"La educación y, como primer paso, la alfabetización, es la principal herramienta para lograr que las personas puedan salir de la pobreza y para impedir que esta se transmita de generación en generación", ha señalado la responsable del departamento de Estudios de Manos Unidas, María José Hernando, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización que se celebra este sábado.
Hernando ha señalado así que la educación "favorece la creación de conciencia crítica, que es fundamental para acceder a mejores oportunidades de trabajo y contribuye al desarrollo de los países".
A pesar de que el analfabetismo y, principalmente, el analfabetismo funcional (personas que tienen conocimientos básicos de lectura, escritura y cálculo pero que no son capaces de utilizar estos conocimientos de forma eficiente en las situaciones de la vida cotidiana) están presentes en todos los países del mundo, es en las naciones más pobres donde estas carencias se manifiestan con mayor intensidad, según señala la ONG.
El trabajo de Educación para el Desarrollo que lleva a cabo Manos Unidas hace hincapié en denunciar "las estructuras sociales y culturales injustas" que impiden que un alto porcentaje de la población acceda a la educación en sus diferentes niveles. En el año 2017, Manos Unidas aprobó 199 proyectos educativos por importe de 10,2 millones de euros, en África, Asia y América.
La peor parte se la llevan las mujeres
En concreto, la ONG insiste en la importancia de alfabetizar a los "casi 500 millones de mujeres y niñas" que continúan privadas del acceso al conocimiento. Por ello, el componente de género está presente en todos sus proyectos.
"Una mujer formada y educada tendrá las herramientas para cambiar el curso de su vida: probablemente se casará más tarde, tendrá hijos en edad adulta, llevará a sus hijos, y también a sus hijas a la escuela y transmitirá sus conocimientos en su familia y en su comunidad", afirma Hernando.
Según datos de la UNESCO, en África subsahariana hay cerca de 203 millones de personas de más de 15 años que no saben leer ni escribir. Además, en esta región del mundo, que alberga a la mayor parte de los países más pobres del mundo, casi la mitad de las mujeres son analfabetas.
"El analfabetismo es una de las causas de la marginación de las mujeres", asegura la coordinadora expatriada de Manos Unidas en Senegal para el convenio 'Agricultura, Refuerzo del tejido asociativo rural y Derechos socioeconómicos de mujeres y jóvenes en Senegal', Adela González. La ONG lleva a cabo este proyecto con apoyo económico de la Cooperación Española (AECID).
"Aquí, en la Casamance, he podido comprobar lo difícil que es el día a día para una mujer que no sabe leer ni escribir o que no tiene nociones básicas de aritmética o de números" --explica González--. Estas mujeres, que son tantas veces el sostén de sus familias, pueden ser engañadas con las cuentas o los pesajes en el mercado, donde venden un elevado porcentaje de la producción de sus huertos".
En el marco del convenio han formado a 1.500 personas, un 90 por ciento de ellas mujeres, que han adquirido competencias básicas de lectura, escritura y cálculo, así como conocimientos de organización y gestión para el desarrollo de actividades que permitan mejorar sus ingresos. Esta alfabetización de hace en lengua local, el diola, ya que una gran mayoría de la población rural no habla francés, el idioma oficial de Senegal.