Ana Julia Quezada, asesina confesa del niño Gabriel Cruz, ha hecho uso de su derecho a la última palabra. Ante el jurado popular que debe decidir sobre su culpabilidad ha pedido "perdón" a "toda persona a la que haya podido hacer daño con mi acción".
"Pido perdón a todo el que se haya podido sentir mal por lo que yo hice y solo espero que Dios me perdone", ha trasladado entre lágrimas y sollozos, sentada en una silla ante la presidenta del tribunal, Alejandra Dodero.
Entre lágrimas, la acusada del crimen del niño de ocho años, también se ha disculpado ante su hija "y toda mi familia; En general, a toda España.