El informe pericial pone los pelos de punta. Los médicos del SAS, aportado a la causa por los médicos Nicasio Marín y Sergio Martínez recoge que Gabriel Cruz "podría haber sido reanimado" en aquel "estado semicomatoso" en el que quedó tras ser golpeado "reiteradamente en la cabeza" por Ana Julia Quezada. "Más tarde, la asfixia por sofocación puso definitivamente fin a su vida".
Los peritos médicos han presentado su valoración médica ante el juzgado popular que juzga el crimen del niño de ocho años el 27 de febrero de 2018 en la finca familiar de Rodalquilar (Níjar, Almería) "aportando pruebas y evidencias de una violencia intensa y extensa", según ha explicado a los medios.
Gabriel Cruz "fue golpeado violenta y reiteradamente en la cabeza" y que, como consecuencia de esos golpes, le quedó "un estado confusional primero, estuporoso después, hasta llegar al coma", han asegurado los médicos internistas.
"Falleció entre 45 y 90 minutos más tarde, culminando la muerte con una asfixia por sofocación tras colapso de cavidades respiratorias --boca y nariz-- sobre un pulmón con una doble lesión inflamatoria".
El informe añade que el niño "podría haber sido reanimado" en aquel "estado semicomatoso" , sin embargo, "más tarde, la asfixia por sofocación puso definitivamente fin a su vida".
"La presencia del edema cerebral, así como el distres pulmonar descrito indica que, desde que se inician los gritos, las amenazas, recibe los golpes, el zarandeo, hasta que se obstruyen la boca y la nariz, y finalmente fallece", subraya que "hubo un intervalo mínimo probable de entre 45 y 90 minutos".