- Pescado con alto contenido en mercurio: el mercurio es una de las sustancias que más daño pueden causar a nuestro cerebro, concretamente al cerbelo, encargado del equilibrio, la coordinación y la visión. Algunos peces de gran tamaño, como el pez espada, el tiburón o el atún, pueden contener altos niveles de este metal pesado debido a la contaminación y a que se alimentan de otros peces que también están contaminados.
- Edulcorantes: los estudios realizados por algunos científicos israelíes, publica el portal 'Noticias24' han demostrado que consumir determinados sustitutos del azúcar aumentan el riesgo de padecer diabetes que, a su vez, incrementa la probabilidad de sufrir degradación cerebral y enfermedades como el mal de Alzheimer.
- Bebidas azucaradas: los expertos han concluido que el sistema encargado de regular nuestro peso no funciona de la mejor manera al asimilar el contenido de estas bebidas. Estos líquidos ‘engañan’ a nuestro cerebro ya que no reducen la sensación de hambre de nuestro cuerpo al consumir calorías, lo que hace que comamos más de lo que necesitamos.
- Galletas: concretamente las galletas de hojaldre, al igual que las palomitas de maiz o la margarina, son alimentos con alto contenido en grasas saturadas, las cuáles pueden provocar contracciones neuronales, inflamación e interrupción de la transmisión nerviosa del cerebro y perjudican a la memoria.
- Comida procesada: es otra fuente de grasas saturadas que, principalmente, perjudican al cerebro y al corazón, al contener altas cantidades de azúcar e ingredientes artificiales. Además, de acarrear otros problemas como el aumento de las opciones de padecer obesidad, también muy perjudicial para nuestro cerebro.
- Gluten: el peligro asociado al gluten se debe a que, durante su crecimiento, los cereales son irrigados con herbicidas tóxicos y tratados con productos modificados genéticamente.