Así es Alicia Sornosa, la primera mujer de habla hispana que dio la vuelta al mundo sola en moto
Alicia Sornosa, fue primera mujer de habla hispana que logró esa hazaña sola en moto
En su libro de viajes 'Toda aventura comienza con un sí' reivindica que para viajar más importante la determinación que el dinero
“Si crees que la aventura es peligrosa prueba con la rutina”, señala
Todos soñamos con ese viaje exótico, fantaseamos sin parar con él, pero por una cuestión o por otra nunca nos vamos. Es lo que más o menos decía John Lennon sobre que la vida es lo que nos sucede mientras hacemos planes. Pero hay personas que cumplen con ese plan de viajar y no, no les ha tocado la lotería. Simplemente, han tenido la voluntad de decir sí, de fijar una fecha. Es lo que nos cuenta Alicia Sornosa en su libro 'Toda aventura comienza con un sí' (Ed. Anaya Touring).
La suya fue de las que hacen época. Alicia fue la primera mujer de habla hispana que ha dado la vuelta al mundo en moto de una sola vez. Es decir, no recorría una parte del trayecto volvía y retomaba de nuevo la ruta.
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Alicia Sornosa no es, ni mucho menos, una mujer corpulenta y alta. Es muy delgada y cuando se monta en la moto y para en un semáforo solo puede apoyarse con la punta de un pie porque con los dos no llega. ¿Eso importa? Para la mayoría sí, para ella no; porque su determinación es más fuerte que las dificultades que se le ponen por delante. De hecho, recibió el premio de la Sociedad Geográfica Española. Ha recorrido unos 60 países –“si te soy sincera, ya no los voy contando”- Señal de que seguramente vaya por más y es que eso de contar países que uno ha pisado es más propio de turistas que de viajeros.
En su libro une consejos prácticos acompañadas por la narración de sus propias experiencias. Desde como hacer el equipaje, el transporte en motos, que tipo de moneda llevar (sí, dólares pero una serie concreta) y trucos de todo tipo: desde los higiene femenina hasta como conseguir gasolina. También a través de su experiencia desmonta algunos mitos sobre los de mujer que viaja sola y en moto.
“Quise comprobar por mí misma si el mundo era un lugar tan peligroso como te cuentan y además para una mujer que viaja sola. Realmente no es así, la gente es buena por naturaleza”. Reconoce que en algunos momentos lo pasó mal “te pones a llorar cuando te quedas atrancada con la moto en medio de la nada. Pero luego los momentos de felicidad que llegan después los compensa con creces. Hasta tal punto que ya no he podido dejar de viajar”, señala. Tanto es así, que su experiencia de la vuelta al mundo la tiene marcada en forma de tatuaje en el brazo izquierdo con el dibujo de una moto girando en torno al planeta.
Ella que ha estado por Kazajistán, Sudán, Mauritania… resulta que donde le robaron fue en España, Estados Unidos y Australia. Mi experiencia es que “en los países pobres respetan más la propiedad privada”. Uno de los fragmentos más aleccionadores del libro es como consigue viajar. Todo las personas a las que les contamos sus viajes nos devuelve la misma pregunta: “será rica”. “Nada de eso, yo me lance a viajar cuando me tocó la crisis de 2008. Vendí el apartamento en el que me había hipotecado. Con el poco dinero que me quedó tras darle su parte al banco inicié el viaje. Si crees que la aventura es peligrosa prueba con la rutina”.
Alicia es periodista y vive de hacer colaboraciones, escribe libros y de vez en cuando organiza viajes. También participa en varios proyectos solidarios a través de sus viajes. No es millonaria, como piensan los que no viajan sobre los que si lo hacen. “Vivo en una casa pequeña de alquiler, no voy a la última moda. Hay gente que se vuelca en su trabajo, crea una empresa, etc. yo prefiero tener un pasaporte lleno de sellos que una casa llena de cosas”. Su media de gasto día en viaje es de unos 60 euros, “pero he conocido a gente muy extrema que van con un presupuesto de dos euros, pero es muy, muy extremo, durmiendo en cualquier parte, comiendo mal, etc. Pero sirve para que te des cuenta de que es posible”. Para los que anuncian casi de forma cansina ante los demás que harán un gran viaje pero que partirán cuando solucionen unos asuntos, cuando me den una excedencia, cuando ahorre… Alicia les lanza un consejo “así nunca te irás de viaje, tienes que marcar una fecha de salida. Entonces el viaje acaba de comenzar”, concluye.