La acusación cree que la Guardia Civil ha desmontado la defensa de Ana Julia, "pura maldad"
Colocar la camiseta, perder los móviles y pedir más dinero de recompensa pusieron a Ana Julia en el foco
El abogado Francisco Torres, que ejerce la acusación particular en el juicio contra Ana Julia Quezada por la muerte violenta del pequeño Gabriel Cruz, ha considerado este miércoles que los testimonios presentados este miércoles por el tío paterno del niño y los agentes de la Guardia Civil han "desmontado por completo" la versión de la encausada y han afianzado la teoría de que actuó con premeditación.
"Fue a matarlo, lo tenía premeditado y le falló que se acumulara tanta gente y tantos medios de comunicación, que le impidieron deshacerse del cuerpo en días posteriores, pero su intención es inequívoca", ha valorado el letrado a su salida de la Audiencia Provincial de Almería, donde ha asegurado ante los medios que el asunto está "cada vez más encauzado".
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En esta línea, ha tachado de "determinante" tanto el testimonio del hermano de Ángel Cruz, quien ha destacado en sala que le "llamó la atención" encontrar en la finca de Rodalquilar en la que se produjo el crimen una pala, un hacha y un rastrillo que anteriormente no había visto allí; como el de los agentes de la Guardia Civil, quienes han apuntado que la acusada "intentó en todo momento dirigir" las pesquisas y dirigir las sospechas hacía su expareja sentimental.
Con esto, Torres ha considerado que en la jornada de este miércoles "ha quedado claro" un perfil de la acusada en el que se muestra una "maldad intrínseca, porque es difícil ser más mala". No solo eso. El juicio hoy ha puesto sobre la mesa que dejar la camiseta para incriminar a su ex cometió un gran error. Eso, la pérdida de los móviles y el deseo de Ana Julia de subir la recompensa por las informaciones sobre el niño dieron la voz de alarma entre las autoridades.
La defensa no opina sobre la idea de Ana Julia de suicidarse antes de ser atrapada
Por su parte, el letrado de la defensa, Esteban Hernández Thiel, ha recordado que es el jurado el que tiene que "valorar la credibilidad de las personas que declaran y las pruebas que se practican" en sala porque "ellos son los soberanos" a la hora de emitir su veredicto.
En este sentido, ha declinado entrar en determinados aspectos que se han revelado en el juicio, como que a la acusada se le hallaran apenas unas diez pastillas tranquilizantes en el momento en el que fue detenida; día en el que, según su versión de Quezada, pretendía quitarse la vida. "No soy médico, no puedo valorar eso", ha dicho.
Los representantes de ambas partes han explicado además los motivos por los que han renunciado al testimonio del exmarido de la acusada al entender que "nada podía aportar", aunque por diferentes razones.
Mientras que Torres ha incidido en que los agentes de la Guardia Civil que tomaron declaración al entorno de Quezada en Burgos podrán aportar una "visión de conjunto", Hernández ha explicado que tanto el Ministerio Fiscal como la defensa ha cuestionado su "imparcialidad" ante una "enemistad obvia" entre el testigo y la acusada en relación a una "condena por malos tratos".