El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil investiga a un hombre y una mujer de nacionalidad británica y rumana, de 69 y 50 años, respectivamente, como presuntos autores de un delito de maltrato animal, al tener 544 perros en condiciones higiénico-sanitarias deplorables en una finca de Maella (Zaragoza) no autorizada como núcleo zoológico.
La Comandancia de Zaragoza ha informado, en una nota de prensa, de que agentes del SEPRONA de la capital aragonesa y Caspe han localizado una finca destinada a la cría de perros, que antes había funcionado como explotación cunícola y actualmente estaba alquilada a una persona de nacionalidad británica.
Tras iniciar en marzo las investigaciones, el pasado 28 de mayo el SEPRONA inspeccionaba la finca junto con técnicos del Servicio Veterinario Oficial de la Oficina Comarcal Agroalimentaria (OCA) de Caspe.
Los agentes observaron cuatro ubicaciones distintas, donde se hallaban numerosos perros de ambos sexos, así como cánidos sueltos, hallando después, dentro de las instalaciones ejemplares encerrados en pequeñas jaulas, de las utilizadas para conejos, acumulándose heces y orines en gran cantidad en las propias jaulas y por el suelo de la nave. También les faltaba agua y sufrían un evidente abandono de atención veterinaria.
Desde el interior de esta nave se accedía a otro habitáculo contiguo que albergaba jaulas similares en cuyo interior se hallaban numerosas hembras de perro junto a sus cachorros, siendo las condiciones higiénico-sanitarias igual de lamentables que en el anterior y el hedor más intenso.
Durante la inspección también se hallaron medicamentos veterinarios, para cuyo uso es necesaria receta facultativa y alguno de ellos caducados, no pudiendo aportarlas el responsable de los animales por carecer de ellas.
En total suman 294 ejemplares adultos y 250 cachorros de las razas Bichón Maltés, Caniche, Yorkshire, Pomerania, Chihuahua, Shih Tzu y Ratonero Valenciano. Fuera de la nave, en el terreno de la finca, la Guardia Civil localizó un bidón metálico lleno de cenizas y en cuyo interior se hallaron huesos de animal e incluso un cachorro que había sido quemado recientemente.
De los ejemplares adultos, 161 no estaban identificados con microchip. Tras solicitar al propietario la documentación de los animales éste hizo entrega de 138 pasaportes y cartillas sanitarias para animales de compañía. Además esta persona carece de autorización de núcleo zoológico y otros documentos necesarios para llevar a cabo la actividad de cría de perros.
Con los animales se tomarán una serie de medidas que garanticen su bienestar, subsanando de esta forma las precarias condiciones en las que se encontraban. Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción número 1 de Caspe.