Desde el mes de marzo hasta ahora, se han ido resgitrando una serie de secuelas que puede provocar el cornoavirus, una vez superada la infección. La anosmia prolongada (pérdida de gusto y el olfato) y la coagulación de la sangre y, por ende, la aparición de trombos (como le ocurrió al diputado Ortega Smith en las piernas) han sido las secuelas más llamativas, pero también hay otra que afecta a la estética de los infectados.
Un doctor experto del Hospital Ramón y Cajal ha explicado esta consecuencia del covid: "Se llaman efluvios de pelo, que es una caída llamativa del cabello que se produce con retardo, a los dos o tres meses de haber sufrido la infección". La buena noticia es que es una caída de bello capilar que "acaba recuperándose con el tiempo" (es decir, que no es definitiva) y que es un síntoma que no se da en los pacientes asintomáticos, que hoy en día son la mayoría de la población española.