Pedro Sánchez y el PSOE están lanzados a por la victoria el 10 de noviembre. No preocupa ni el fracaso del diálogo con Unidas Podemos, ni la aparición de nuevas fuerzas a la izquierda. La consigna dentro del partido es vender la marca PSOE.
En este sentido, Sánchez sigue el lema de precampaña ‘Ahora, avanzar’, pero dejando recados a PP y Ciudadanos. “Hay algunos que pretenden ofrecer un proyecto nacional, o al menos eso dicen, siendo fuerzas residuales en algunas de las comunidades autónomas de nuestro país”, ha dicho en su intervención ante el Comité Federal del PSOE reunido en la sede de Ferraz.
Allí, también se ha dirigido a Unidas Podemos. “A los que quieran bronca, se la dejamos toda; a los que busquen mal rollo, les dejamos todo el mal rollo; los que busquen confrontación y destrucción, se la regalamos toda. Nosotros estaremos cara a cara de frente, explicando a los ciudadanos cuál es nuestro proyecto político en positivo", ha reprochado.
Estabilidad y progreso han sido dos de las palabras más repetidas en su discurso, las que representan los socialistas, ha recalcado, para afrontar desafíos por venir como el desenlace del Brexit o la crisis del independentismo catalán. Aquí, ha hecho un alto para hacer una petición expresa al president Torra, acusado ante el juez por un CDR de conocer los planes violentos del ERT para entrar en el Parlament: “Aún están a tiempo de evitar mayores errores. Yo pido desde aquí que condenen cualquier tipo de violencia que venga de algún grupúsculo del movimiento independentista”.
Finalmente, ha arengado a los suyos a una nueva campaña electoral que, insiste, nunca quiso.
“Habrá una gran abundancia de ofertas, cada vez hay más en cada proceso electoral, pero solamente una garantiza un gobierno progresista, estable y coherente, que es lo que necesita nuestro país”, ha señalado.