Muchas veces hemos esuchado la expresión "comer con los ojos", pero seguro que nadie se había planteado la posibilidad de comer con el oído. La nutricionista Mónia Barreal ha explicado la importancia de este sentido a la hora de relacionarnos con la comida, pues un buen sonido ambiente (del mar, por ejemplo) nos hace disfrutar más de los alimentos, el ruido interviene mucho en los sabores dulces o salados o los productos crujientes nos dan una mayor sensación de saciedad y, por lo tanto, nos ayudan a perder peso.