Para alcanzar esta conclusión, los expertos analizaron cómo el control microbiano, el grado de limpieza y las medidas de higiene en una Unidad de Cuidados Intensivos influye, o no, en el desarrollo de resistencias, tanto en centros espacios públicos como privados.
De esta forma, los investigadores observaron que la diversidad microbiana disminuía en áreas con altos niveles de higiene pero que aumentaba la cantidad de resistencias. "En entornos con un fuerte control microbiano hay una creciente resistencia a los antibióticos que muestran un alto potencial para combinarse con patógenos", han explicado los expertos.
Por tanto, a su juicio, una diversidad microbiana estable en áreas clínicas contrarresta la propagación de resistencias. En este sentido, el equipo de investigación plantea desarrollar e implementar soluciones biotecnológicas para crear una diversidad microbiana a medida.