El alcalde de El Vergel, que se puso una vacuna del covid que ‘sobraba’: “No creo que haya sido egoísta”
Según la portavoz de enfermeros SATSE, la consigna es que “no se desperdicie ninguna vacuna”
"No se la podían haber dado a una persona que la necesitara más", ha preguntado Joaquín Prat
En la última jornada, tres alcaldes han sido muy criticados por haberse inoculado una de las vacunas que ‘sobraba’ en las residencias de ancianos de su localidad cuando, por lista por edad, todavía no les tocaba. Se trata del alcalde de Flix, en Tarragona, y del de El Vergel, en Alicante, y su mujer, que también es alcaldesa.
En el primer caso, una vez que se pusieron todas las vacunas a los residentes y sanitarios, al ver que sobraban cuatro, se preguntó si se le podía inyectar al cura de la localidad. Sin embargo, cómo encontraban a quién vacunar en el poco tiempo que quedaba para que la vacuna de Pfizer siguiera siendo válida una vez descongelada, fue el alcalde quién se la puso.
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Lo mismo ocurrió en ‘El Vergel’, donde el alcalde y su mujer, también política, se han vacunado antes de tiempo. ‘Cuatro al día’ ha hablado precisamente con él, con Ximo Coll, para que dé su versión de los hechos:
"A mí y a mi mujer nos llamaron de sopeton"
"A mí y a mi mujer nos llamaron de sopetón para que nos pusiéramos la vacuna. Entiendo que lo hicieron porque, al ser alcaldes, estamos en contacto con muchas personas de riesgo; muchas personas mayores nos llaman para que vayamos nosotros a sus casas para hacerles gestiones y así ellos no tienen que salir", ha dicho en CAD.
A la pregunta de si, al no ser población de riesgo, cree que ha tenido un "comportamiento egoísta", la respuesta de Ximo Coll ha sido muy clara: "De corazón te digo que no".